«Chesterton el Niño» [«Chesterton the Child»] fue el supremo atributo que Walter de la Mare concedió a Chesterton una vez que la espada del guerrero y la pluma del pensador fueron dejadas de lado. No había nada pueril en Chesterton, nada inmaduro en su euforia juvenil. Concebir a Chesterton como un Peter Pan que nunca creció concuerda mal con los libros e ideas que llevaron a los filósofos a darle la bienvenida como a uno de su propio calibre; a los poetas a cederle un puesto de primera línea entre ellos; y a los hombres de letras a ensalzar su Dickens, su Browning y su Stevenson como muestras de la agudeza de su genio.
Masie Ward, "Chesterton", en Literary Lives, seleccionadas por John Sutherland
A Second Childhood
By Gilbert Keith Chesterton
When all my days are ending
And I have no song to sing,
I think I shall not be too old
To stare at everything;
As I stared once at a nursery door
Or a tall tree and a swing.
Wherein God's ponderous mercy hangs
On all my sins and me,
Because He does not take away
The terror from the tree
And stones still shine along the road
That are and cannot be.
Men grow too old for love, my love,
Men grow too old for wine,
But I shall not grow too old to see
Unearthly daylight shine,
Changing my chamber's dust to snow
Till I doubt if it be mine.
Behold, the crowning mercies melt,
The first surprises stay;
And in my dross is dropped a gift
For which I dare not pray:
That a man grow used to grief and joy,
But not to night and day.
Men grow too old for love, my love,
Men grow too old for lies;
But I shall not grow too old to see
Enourmous night arise,
A cloud that is larger than the world
And a monster made of eyes.
Nor am I worhty to unloose
The latchet of my shoe;
Or shake the dust from off my feet
Or the staff that bears me through
On ground that is too good to last,
Too solid to be true.
Men grow too old for love, my love,
Men grow too old to wed;
But I shall not grow too old to see
Hung crazily overhead
Incredible rafters when I wake
And find I am not dead.
A thrill of thunder in my hair;
Though blackening clouds be plain,
Still I am stung and startled
By the first drop of the rain:
Romance and pride and passion pass
And these are what remain.
Strange crawling carpets of the grass,
Wide windows of the sky:
So in this perilous grace of God
With all my sins go I:
And things grow new though I grow old,
Though I grow old and die.
Una segunda niñez
Cuando mis días se acaben
y no tenga canción que cantar,
creo que no seré demasiado viejo
para mirar fijamente las cosas,
como una vez miré la puerta del cuarto infantil
o un árbol alto y un columpio.
Donde la pesada misericordia de Dios
cuelga sobre mí y mis pecados,
ya que Él no quita
el terror al árbol
y las piedras que aún brillan por el camino
son y no pueden ser.
Los hombres envejecen para el amor, amor mío,
los hombres envejecen para el vino,
pero yo no envejeceré para ver
brillar la sobrenatural luz diurna
tornando en nieve el polvo de mi habitación,
hasta hacerme dudar de si es la mía.
He aquí que las supremas bendiciones pasan,
las primeras sorpresas permanecen;
y en mi escoria ha caído un don
por el cual no me atrevo a rezar:
que un hombre se acostumbra al gozo y al dolor,
pero no al día y la noche.
Los hombres envejecen para el amor, amor mío,
los hombres envejecen para las mentiras;
pero yo no envejeceré para ver
alzarse a la formidable noche,
una nube más grande que el mundo
y un monstruo hecho de ojos.
Tampoco soy digno de desatar
la correa de mi sandalia;
ni de sacudir el polvo de mis pies
ni el bastón que me sostiene
sobre un suelo demasiado bueno para durar,
demasiado sólido para ser cierto.
Los hombres envejecen para el amor, amor mío,
los hombres envejecen para casarse:
pero yo no envejeceré para ver
colgar desmedidamente en las alturas
increíbles vigas, cuando despierte
y halle que aún no estoy muerto.
Un temblor de trueno en mi pelo:
aunque las nubes negras son comunes,
todavía me hiere y estremece
la primera gota de lluvia:
el romance, el orgullo y la pasión pasan,
y estas cosas son cuanto queda.
Extrañas alfombras de hierba que se arrastran,
anchas ventanas del firmamento:
así, en la peligrosa misericordia de Dios,
junto con mis pecados voy:
y todo se hace nuevo aunque yo envejezca,
aunque yo envejezca y muera.
Traducción de niki
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